La mayoría de los animales son promiscuos, lo cual rompe el mito de la monogamia entre ellos. David Barash y Judith Lipton comentan en su libro 'The myth of monogamy': "El estudio de la conducta animal se ha visto revolucionado por la posibilidad de hacer pruebas de ADN". Se ha descubierto que las crías de algunos animales tenían un padre distinto al que las cuidaba desde el nacimiento. Con esto se marca la diferencia entre monogamia social y monogamia sexual. Este fenómeno se ha observado en águilas, gansos, cisnes, gibones, castores y distintas especies de aves −a pesar de la creencia tradicional de que todos éstos eran monógamos−.
Un hecho menos conocido es el del fetichismo. Primates que utilizan de forma habitual objetos inanimados como fetiches para masturbarse. Bert Barrera, del Southwest National Primate Research Center, afirma: "Un macho chimpancé que se crió en cautividad desarrolló un fetiche con un zapato de piel, el cual solía emplear para sus prácticas masturbatorias".
En cuanto a la imaginería sexual, un estudio por Platt y Deaner de la Duke Universtiy de Carolina del Norte demostraba que: "Virtualmente todos los monos machos están dispuestos a sacrificar un alimento o una bebida importante por tener la oportunidad de ver el culo de una hembra de su especie". Los machos de esta especie realmente valoran los estímulos visuales eróticos.
Los bonobos son los primates más próximos genéticamente a la especie humana. Viven en Zaire y su sexualidad es muy variada. Tienen relaciones con individuos del mismo sexo o del sexo opuesto, de mayor o de menor edad. Además es el único animal que copula cara a cara −además del humano−. Algunos cambian de pareja sexual frecuentemente, mientras que otros establecen relaciones de pareja duraderas. Las parejas homosexuales entre bonobos suelen adoptar y criar a miembros huérfanos de su especie. En una misma comunidad, conviven bonobos homosexuales, bisexuales y heterosexuales sin conflictos aparentes por ello.
Janet Mann, profesora de biología y psicología de la Universidad de Georgetown, está convencida de que por medio de la conducta bisexual −común entre delfines machos− se crean vínculos que favorecen la búsqueda y la protección de las hembras. Los delfines forman parejas, tríos, cuartetos... El modelo de pareja "macho-hembra" es uno más entre ellos.
¿Crees que los modelos que muestran estos animales son parecidos a los humanos? ¿Se aproxima nuestra sexualidad a la del reino animal?
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