Así continúan describiendo el proceso de la encuesta y sus fantásticos resultados, 8 de cada diez argentinos se consideran religiosos, mientras que en 1991 eran 7/10 y en 1984 6 de cada 10. Desde el diario sostienen, con falsa sorpresa, que el informe casualmente sale cuando el gobierno se encuentra en un fuerte enfrentamiento con la Iglesia Católica, aunque ellos mismos aclaran, la encuesta no discrimina entre la adhesión a los distintos credos y creen que las religiones monoteístas son las menos favorecidas.
Los resultados de la investigación muestran que 66% de la población mundial es religiosa, mientras que el 25% es no religiosa y sólo el 6% son ateos convencidos. El gran paladín de la religión no es otro que África, dónde el 91% de los africanos se declaran religiosos, si, el mismo continente dónde mueren millones de personas de SIDA por no usar preservativos y otros tantos se contagian porque se sostiene que la cura para esta enfermedad es tener sexo con vírgenes.
La nota periodística aclara que la religiosidad crece gradualmente entre las mujeres, la gente de mayor edad y sobre todo en los sectores más pobres y menos educados de los distintos países.
Justamente al día siguiente, en el mismo diario, se alarman por el descontrolado aumento del VIH (virus del SIDA), que ha experimentado el mayor aumento de la historia 4,9 millones de personas en 2005, alcanzando la friolera de 40,3 millones de portadores y 3,1 millones de muertes, de las cuales más de 500.000 son niños.
Nada se dice de las presiones de la Iglesia para impedir las leyes de salud sexual y reproductiva en las provincias argentinas (y en Guatemala no digamos), aunque afirman desde el diario que no puede controlarse el flagelo de esta enfermedad en el país. Citan a al representante local de ONUSIDA: “El sida exige una respuesta excepcional y observamos que se hacen algunas campañas de información, pero notamos que no llegan a todas las escuelas y que a los jóvenes les falta información para poder tomar decisiones sobre su sexualidad.” Pero no aclaran que las presiones para que no se llegue a las escuelas y para impedir que los jóvenes se informen y tomen decisiones sobre su sexualidad provienen de la misma Iglesia.
Sin embargo desde el diario se toman el trabajo de diferenciar las religiones y criticar todo lo distinto a la Iglesia Católica. Según el “filósofo” y ensayista Santiago Kovadloff citado por el diario, las religiones nuevas "alientan la disolución en lo masivo de la responsabilidad subjetiva e individual y, en este sentido, operan con una fuerza compensatoria equivalente a la de las doctrinas totalitarias".
Ah! Pobre los noruegos, que infelices han de ser.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario