jueves, septiembre 06, 2007

¡Sin maíz no hay país!


No a la democracia tutelada en Guatemala
Por Byron Garoz - Guatemala, 5 de septiembre de 2007

Hace unos días asistí a la presentación de la película guatemalteca “El Cuento de la democracia”. Al concluir la proyección, en la fase de comentarios, manifesté que me pareció una película bien hecha: la fotografía, el sonido y las actuaciones son bastante buenas. Sin embargo, me quedó la duda –la que expresé a los productores- de cuál es el mensaje que se pretende transmitir. El hecho de que al final de la película la abuela diga a su nieta que no votará por ninguno de los partidos políticos porque “no representan los intereses del pueblo” me dejó varias interrogantes: ¿es un llamado a la abstención?, ¿contradice el planteamiento del movimiento indígena y campesino (del movimiento popular en general) a nivel continental de pasar “de la resistencia al Poder”? ¿O es que la construcción de ese Poder no pasa necesariamente por las urnas?

Conocemos las fallas del sistema liberal representativo y las dificultades que tienen las expresiones políticas que cuestionan el modelo dominante para avanzar en el trabajo organizativo y hacer llegar su mensaje, en un contexto claramente controlado y sesgado por el capital y por los grandes medios de comunicación. Esto ha sido clarísimo en la actual contienda electoral: los medios de comunicación han definido un menú de cinco candidaturas. Todo lo demás no cuenta, no es relevante, es un “voto desperdiciado” o prácticamente “no existe”.

Esto ha sido denunciado a lo largo de la campaña, sin embargo, la práctica continúa. ¿Impacta esto en el electorado? Por supuesto. Es una clara violación al derecho a la información seria y responsable, entre otras violaciones mucho más graves. En un país en que los partidos políticos de derecha cuentan con grandes recursos financieros, lo deseable es que los medios de comunicación balanceen el proceso con información y análisis objetivos.

Pero no podemos pedir peras al olmo ni obviar la íntima relación entre empresariado y medios de comunicación. Así que es nuestro deber denunciar esta situación. Porque ese es el verdadero juego con la democracia. Juego en el sentido de burla y manipulación. Más allá de los resultados de estas elecciones -importantísimos porque definirán el rumbo del país en los próximos años- debemos avanzar en la demanda popular de contar con información seria y responsable. No más abusos de los medios.

Volviendo a la película: Durante la proyección estuvo presente un compañero boliviano quien recalcó que en su país han llevado a la presidencia a un indígena, que el pueblo está impulsando cambios estructurales para refundar Bolivia y hacerlo un país verdaderamente democrático. Esto ha costado años de lucha que hoy se concreta en la toma del poder en el marco de la democracia burguesa. Otros pueblos de América Latina como Venezuela y Ecuador también avanzan en esa dirección. Concluyó diciendo que comparte plenamente –como ellos han demostrado en la práctica- que es posible tomar el poder por medio de la lucha, la organización y el voto.

Por mi parte tengo claro que es necesario el debate sobre el replanteamiento del Estado guatemalteco, la Democracia, las autonomías, el derecho de los pueblos al territorio y sus recursos, sobre la participación, los partidos políticos, la representación y el poder local -por citar algunos temas-; es algo en que necesitamos avanzar rápidamente. Pero el domingo 9 de septiembre debemos manifestar nuestra posición política en las urnas. Yo me opongo a más de lo mismo, a la mano dura, a la mano aguada y a la mano larga. Me opongo a las candidaturas que pretenden imponernos los medios de comunicación y el gran capital. Digo no a la democracia tutelada y dirigida.

Apoyo el cambio. Apoyo un proyecto diferente, transformador e incluyente.

Por eso digo: ¡Sin maíz no hay país!

www.albedrio.org

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